lunes, 17 de septiembre de 2007

Antes de la hecatombe…

Hubo una vida antes de la hecatombe, en la que vivíamos integrados al sistema. Una vida en la que teníamos un departamento grande y cómodo, auto nuevo, un barco velero de dimensiones interesantes, una mujer rubia de ojos azules, un trabajo bien pagado y un inventario de equipos (aparatos e instrumentos) de cuatro cifras, más otros símbolos de status…

Después, vino la hecatombe; en tres meses perdimos el departamento, el auto, el barco y la mujer… el laburo ya estaba perdido desde tiempo antes… En el ínterin, sufrimos el robo de los equipos más importantes para subsistir.

Pero,”no hay mal que por bien no venga”, después de un año y medio de duelo y considerando que “aquí ni Dios rescata lo perdido”, y que estábamos siendo prisioneros de la rutina, entrampados en la comodidad; muy contentos volvimos a las fuentes de nuestros intereses. Se acababa la era de la instrumentalidad...

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