La actual pandemia y su consecuente cuarentena, me ha hecho volver a revisar mis archivos de negativos. Entre los cuales encontré esta imagen a la que el tiempo transcurrido le ha dado mucho más valor. Y ha inspirado a la periodista @fabifrayssinet a realizar la marvillosa crónica que cierra esta entrada.
Año 1980 en la facu.
Una chica
somnolienta. Un chico fumando con la mirada perdida hacia una ventana
pintada que daba a la nada. Otro definitivamente dormido. Deduzco que
la clase era muy aburrida y que era un invierno con mucha humedad en
Buenos Aires por el pelo voluminoso de la chica que me costó
reconocer pero que el autor de la foto asegura que era yo. Con el
diario de ayer hoy es fácil intuir que Gustavo y Zeta, no dormían
sino que imaginaban el futuro de la banda que en esos años
comenzaba a gestarse en esas clases aburridas. Tal vez la ventana
opacada que daba a la nada era el esbozo de una tal Persiana
Americana, luminosa y fantástica.
La foto es la primera de un
tesoro de recuerdos que @o.renecisneros
comenzó a revelar hoy 40 años más tarde gracias al ocio
creativo de la la pandemia. Gracias a sus experimentos de procesado
de negativos con borra de café está redescubriendo una historia
que comenzó a rescatar de una caja polvorienta que guarda
anécdotas inéditas.
Es también nuestra historia. Y la de
Claudio Arce, el único que prestaba atención o simulaba
hacerlo.
Dicen que en las formas de la borra de café se puede
adivinar el futuro. Esta es la pueba científica que también se
puede adivinar ese pasado que hoy apenas presentimos y que
constantemente reinventamos. Como nuestras vidas.