En los años 50, Albert Falco se unió al equipo Cousteau. Inicialmente embarcó en 1952 a bordo del Calypso como buzo voluntario. Tiempo más tarde, se convirtió en el buzo jefe de la expedición para finalmente convertirse en capitán del famoso buque oceanográfico de Cousteau, el Calypso.
Tras 37 años surcando los mares y descubriendo la belleza de sus profundidades junto a Jacques-Yves Cousteau, en 1990, Falco se retiró del servicio. Aún así, siguió trabajando por la protección de los mares, a caballo entre Martinica y Marsella.
También trabajó por la preservación de la zona de 'Calanque de Sormiou' (Marsella), un lugar cercano a su corazón y dónde descubrió su pasión por el buceo. Participó en varias películas filmadas con el objetivo de proteger los océanos y mostrar las riquezas que ocultan, para crear reservas marinas, para salvar a las especies acuáticas en peligro de extinción, y para enseñar a los niños la importancia de preservar el medio ambiente.
Este infatigable buzo y apasionado del mar, dedicó más de 60 años de su vida, hasta el final, toda su energía a un único objetivo: la preservación de los océanos.